Alguien me dijo una vez que el ser humano aprendía mediante el sufrimiento o mediante el conocimiento, así que después de  haber conocido  lo que era  aprender  por  sufrimiento,  elegí probar la segunda opción, el conocimiento, y  me lancé a  su búsqueda y de ahí al autoconocimiento, que  me abrió las puertas a otro paradigma.   

No fue de la noche al día, tuve  mi proceso vital,  pero sí que  a menudo que  avanzaba en ese proceso  de interiorización,  de observar lo que sentía e intentar buscar respuestas  a esas preguntas existenciales que me hacía, el camino se fue abriendo, con muchas señales que antes no era capaz de ver, o que simplemente no estaban , y  aparecían las personas adecuadas, los libros inspiradores, los cursos  que necesitaba para mi evolución y mi crecimiento, para mi comprensión del proceso vital  por el que había pasado y para tomar  las riendas de mi vida y avanzar en la  dirección correcta  con lo  que  yo quería ser y cómo quería vivir. A veces  incluso  nos cuesta aclararnos  nosotros mismos y ser coherentes con lo que queremos, porque tenemos tal caos   interior que no  sabemos, andamos perdidos y sin rumbo. 

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De todas las experiencias vividas, personas, cursos y libros  saqué un aprendizaje. Me fascinaban todas esas  herramientas que iba descubriendo. Se abrió un mundo totalmente desconocido para mi. Mi mundo interior. Yo había vivido siempre hacia afuera y aparentemente estaba todo muy bien en mi vida. Tenía una familia, un trabajo, un hogar, todo cuando una persona normal puede desear para sentirse realizada, pero me faltaba descubrir mi parte espiritual y la enfermedad me llevó a ello.  

Todas mis experiencias vividas en mi búsqueda espiritual me llevaron a profundizar en mí, en mi mundo interior , buscando respuestas y mi sanación. El camino está lleno de escollos que hay que ir superando, y lo que a veces percibimos como desgracias, con el tiempo nos damos cuenta que no son más que  bendiciones para reubicarnos en la ruta que debemos seguir.  Y que todo es para bien. 

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Hoy confío plenamente en el proceso de la vida, y a pesar de que acabo de pasar un segundo proceso de enfermedad, un segundo cáncer, sé que éste formaba parte de mi camino de vida, quizás otra lección que aprender, quizás me había desviado de la ruta vital programada por mi alma, o simplemente ha sido un toque de atención para mostrarme el camino  a seguir. 

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Hoy estoy abierta a las señales  que me mande  la vida   y sé que me espera algo mejor.  La enfermedad está  controlada,  estoy aun en la  última fase, de  reconstrucción a todos los niveles y recuperando energía, pero me siento muy orgullosa de como he transitado esta segunda etapa de enfermedad, desde la paz, la tranquilidad, la aceptación, que no resignación,  en  definitiva, desde el amor  y no desde el miedo.  Y  desde el  infinito agradecimiento   por haber superado este proceso que me ha hecho un poco más sabia y mucho más fuerte, y que  me concede tiempo, tiempo vital para vivir y disfrutar de mí misma y de las personas a quien amo, mi familia y amigos, los presentes y los que  se van incorporando, porque la vida es evolución y cambio y tal como uno cambia, esta maravillosa 3d  en la que estamos experimentando la vida cambia también.

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Agradezco infinito por todas las personas y experiencias que hoy forman parte de mi vida, los que  han  transitado conmigo este proceso vital y me han ofrecido su amor y cuidados. Y me abro a recibir  todo lo que  la vida tenga reservado para mí, esperando haber superado la  prueba con buena nota  y por ello  me siento impulsada a compartir mi experiencia y lo aprendido con aquellas personas que así lo sientan, deseando que  las inspire  para emprender su búsqueda particular hacia un mayor autoconocimiento y su sanación, del mismo modo que espero también que esa interacción me proporcione a mí inspiración y aprendizaje, porque todos somos uno y estamos en esta vida para crecer y evolucionar  a nivel individual y también de forma colectiva, ayudándonos unos a otros con nuestro compartir, ya que todos viajamos en el mismo barco y nos encaminamos hacia un mismo destino, que es el regreso a la fuente creadora, dios, universo, energía universal o como quieras llamarle. 

 Con amor,