Nos cuesta mostrarnos vulnerables, sobre todo en situaciones y con personas con las que no tenemos demasiada confianza, tal vez por el temor a que con ello, al dejar al descubierto nuestras debilidades, perdemos poder. Y es precisamente cuando tenemos el coraje de mostrarnos en nuestra autenticidad, que incluye nuestras fortalezas y debilidades, si nos permitimos mostrarnos vulnerables cuando estamos transitando un momento complicado, cuando en realidad nos hacemos fuertes, porque estamos ejecutando un acto de valentía. Y la valentía, como todas las facetas de nuestra vida, se aprende y se mejora con la experiencia.
Cuando te atreves a mostrarte vulnerable, ves que no pasa nada, incluso con ello te permites recibir el soporte y apoyo de las personas que conectan con esa vulnerabilidad tuya, porque algunas veces también la han sentido y pueden sentir empatía con tus sentimientos. Con ello identificas fácilmente quien tienes a tu lado y quien no merece tu dedicación y cariño, lo cual en vez de quitarte poder te lo da.
Además, con el hecho de atreverte a mostrar tu vulnerabilidad, das permiso a los demás a que si así lo sienten, puedan también mostrar la suya y contribuyes a que esta realidad en la que vivimos sea cada vez más auténtica y podamos mostrarnos tal y como nos sentimos, sin miedo a juicios y críticas ni a perder nuestro poder, porque para mí, mostrarme vulnerable, no es un acto de debilidad sino de valentía. Se han de trascender muchos condicionamientos impuestos hasta que se es capaz de hacerlo.
Hemos de ser conscientes de que en el fondo somos fuertes y que tenemos las herramientas necesarias para transitar por todas las vicisitudes que la vida nos vaya planteando, que nunca nos ocurrirán cosas que no seamos capaces de encajar y superar, así que en mi opinión, hay momentos para todo, para plantarnos y sacar coraje y también para permitirnos mostrar nuestra fragilidad cuando todo se derrumba, porque es un modo muy sano de transitarlo.
Sabemos que después de la tormenta siempre brilla el sol, así que a esperar a que pase el chaparrón. Si mientras tanto aprovechamos la que está cayendo, para limpiar nuestras emociones, con ello nos renovamos y nos hacemos fuertes para encarar la próxima vivencia.
Como dirían mis amigas Sofía y Mónica, las reinas de las rotondas, salimos de una rotonda para entrar en la siguiente, esperemos que con una experiencia más amorosa, pero seguro que más fuertes.
Atrévete a mostrar tu vulnerabilidad en seis pasos.
1-.Cuando te halles en un momento o situación de vulnerabilidad, respíralo y permite que salgan a la luz tus emociones.
2-.Acepta tus debilidades, forman parte de tu esencia.
3-. Permítete ser y mostrarte vulnerable, con la certeza de que ello no te hace cobarde sino todo lo contrario, es un acto de valentía hacer partícipes a los demás de esos momentos de fragilidad.
4-. No dudes ni por un momento en tu coraje y valor para superar cualquier obstáculo que se presente.
5-. Déjate ayudar y acepta las muestras de cariño y aprecio de las personas que te rodean.
6-.Sabe que esta situación también pasará y que saldrás de ella con mayor fortaleza y más sabiduría.
Y tú, ¿muestras tu vulnerabilidad? ¿Te permites y permites hacerlo? Me encantará leerte en comentarios.
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