Ser espiritual no se trata de una moda, ni de una manera de ser o estar distinta a lo que cada uno ya somos. Todos y cada uno de nosotros somos seres espirituales dentro de un cuerpo físico. En realidad somos espíritus encarnados en la tierra para experimentar, así que por derecho propio ya somos seres espirituales.
No hay que hacer nada especial para adquirir esa condición, no hay que encerrarse en un monasterio, ni subir al Everest, ni orar cada día, ni siquiera meditar. Se trata simplemente de ser nosotros mismos, ser capaces de conectarnos con nuestra propia esencia y vivir en coherencia y responsabilidad lo que queramos vivir. Porque sí, elegimos como vivimos, como queremos vivir y sentirnos y eso es ser espiritual, vivir conforme al espíritu.
Tú eliges y decides como quieres transitar esta experiencia que es vivir.
No tienes que hacer nada especial, es sencillo, simplemente se tú mismo. Ya eres espiritual, sólo tienes que creértelo y reconocerte en esa parte más sutil que está en tu interior.
Cierto que existen muchísimas herramientas que pueden ayudarte a tomar consciencia de tu espiritualidad, que puedes dar cursos, leer libros, orar, meditar, practicar la contemplación, estar en contacto con la naturaleza, visitar lugares sagrados, recibir terapias de tipo energético y un largo etcétera.
Todo ello está muy bien y puede ayudarte a establecer ese contacto que te haga despertar y reconocerte, pero en el fondo y en realidad, aunque todo ello nos ayuda y hace que nos sintamos muy bien, la verdad es que ya eres todo un espíritu por derecho propio y sólo tienes que aceptarte como tal.
No tienes que hacer nada especial, ya eres especial sólo por existir. Y es en tu cotidianidad, en los pequeños y grandes quehaceres del día a día, donde puedes experimentar tu ser espiritual, que siempre está y estará en ti, en cualquier acción o circunstancia por la que transites.
Nos desenvolvemos en nuestro día a día por medio de nuestros tres cuerpos experimentales. Con el cuerpo mental creamos nuestras experiencias, el cuerpo emocional es nuestro barómetro en relación a nuestros sentimientos y el cuerpo físico nos permite interactuar con nuestra realidad. Y toda esa información la recibe nuestro cuerpo espiritual para integrarla en nosotros.
Así que para conectar con tu espiritualidad, sólo es necesario ser tú mismo, vivir y experimentar.
Conecta con tu espiritualidad en tres pasos:
1.-Acepta tu condición de Ser espiritual, con la certeza de que ya lo eres y no tienes que hacer nada especial, simplemente Ser.
2.- Vive tu vida conforme a tu esencia, aplicando tus valores y principios en tu vida cotidiana.
3. – Experiméntate con coherencia, sencillez y autenticidad.
¿Estás de acuerdo conmigo, querido ser espiritual? Me encantará leerte en comentarios.
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