OTOÑO, TIEMPO DE SOLTAR Y MIRAR DENTRO
Toda época es buena para pararnos en nosotros y observar donde estamos, donde nos encontramos a nivel interno y a nivel externo, cuales son nuestros deseos actualizados, porque nuestras experiencias son continuas y lo queramos o no, para bien o para mal, producen movimiento en nuestro Ser y con ellas evolución, hacia adelante o hacia atrás, nosotros elegimos, no podemos quedarnos parados cuando se trata de experimentar; y aunque nos parezca que estamos en un momento de estancamiento, de inmovilidad, nunca es así, porque incluso esos instantes en que parece que no avanzamos emiten una información que nos produce crecimiento. Todas nuestras acciones e inacciones generan un resultado e influirán en la persona en que nos vamos convirtiendo día a día, porque cada día nos aporta algo nuevo y cada día es una oportunidad de crecer y de forjarnos en la experiencia de ser nosotros mismos.
Como digo, toda época es buena, pero el otoño, con el cambio de estación, invita a soltar y a la par que la naturaleza que se desprende de sus hojas caducas y se dispone a hibernar, así nosotros, como ella, podemos aprovechar para soltar y desprendernos de todo aquello que ya no queremos en nuestras vidas, y hacerlo de forma consciente, para liberar patrones antiguos que ya no nos sirven y nos obstaculizan, para enfocarnos en lo que necesitamos dejar atrás y en los logros que queremos alcanzar en nuestras vidas, preparándonos para poder convertirnos en una versión mejorada de nosotros mismos.
La vida es cambio constante y hay que centrarse y ser honesto con uno mismo para saber en cada momento como adaptar esos cambios a tu persona. Quizás lo que ayer te servía, hoy ya está desfasado, o bien ya no suscita tu interés, porque tu has cambiado y naturalmente, han aparecido nuevas inquietudes que te motivan más. No dudes en desprenderte de lo que ya no es acorde con tu versión personal actual para abrazar aquello que te satisface.
El otoño es una época bonita para observar la naturaleza, la transformación del colorido y sus contrastes, que pasa por varias tonalidades de verde, ocres, hasta llegar al marrón; amarillos y cobrizos; rojos, anaranjados y violetas ; cómo los árboles, paso a paso, se van desprendiendo las hojas permitiendo su regeneración, para cuando llegue el momento, brotar con más ímpetu y llenar de nuevo nuestro paisaje de color y alegría.
Así son nuestras estaciones y nuestra persona, unas épocas de socializar y vivir hacia el exterior y otras de recogimiento y de mirar dentro, aprovechar y hacer examen de conciencia, liberarnos de aquellas emociones que ya no nos sirven y de nuestras creencias caducas, para dejar que broten emociones más placenteras y creencias más inspiradoras, que nos ayudarán a generar un estado de paz y tranquilidad que se reflejará en nuestra vida cotidiana; y como las hojas de los árboles, cuando sea el momento de florecer, hacerlo completamente renovados y con la energía a tope, dispuestos a transitar lo que la vida nos presente, en la confianza de que en la vida todo son etapas y nuestro reto es aprovechar cada una de ellas para nuestra expansión y mejora.
¿Y tú, te permites soltar lo caduco y con ello renovarte?
Te leo en comentarios.
En ello estoy , renovando y cambiando muchos aspectos y situaciones que ya no me aportan crecimiento en mi ser. gracias , genial tu blog,😊